La ortodoncia invisible, como el popular sistema Invisalign, ha revolucionado el campo de la ortodoncia al ofrecer una opción estética y cómoda para corregir problemas de alineación dental. Sin embargo, puede que te surja la pregunta de si existe una edad límite para someterse a este tipo de tratamiento.
En este artículo, exploraremos quiénes son candidatos ideales para la ortodoncia invisible, si es recomendable para niños y cuándo puede haber limitaciones.
¿Quién se puede poner ortodoncia invisible?
La ortodoncia invisible es una opción adecuada para cualquier paciente que lo necesite, independientemente de su edad. Tanto adolescentes como adultos pueden beneficiarse de este tratamiento. La única condición que es necesaria es que sean muy constantes y no se retiren las férulas salvo para comer y la higiene dental diaria. Algo, que no todos los jóvenes cumplen, con lo que en esos casos, lo mejor para conseguir resultados rápidos y eficientes es la ortodoncia con brackets.
Las principales razones para optar por la ortodoncia invisible son la corrección de problemas de maloclusión dental, apiñamiento, espacios excesivos entre los dientes o problemas de mordida.
¿Es la ortodoncia invisible recomendable para niños?
Aunque es a partir de los 12 o 13 años la edad en la que se suelen poner los aparatos de ortodoncia para correcciones de alineamiento y maloclusión, ya desde pequeñitos se pueden empezar a poner aparatos ya sean alineadores invisibles, aparatos ortopédicos o aparatos interceptivos para corregir o proporcionar espacio para la dentición definitiva.
El objetivo es contribuir a que, si finalmente en la adolescencia necesitan ortodoncia, que esta sea lo más rápida y menos invasiva posible. Cuando ya tienen la dentición permanente.
Si bien la ortodoncia invisible puede ser una opción perfectamente viable para los niños más pequeños, y de hecho Invisalign tiene opciones, como Invisalign First, la conveniencia de utilizarla o no, dependerá siempre del criterio del profesional de ortodoncia, que es el experto y conoce bien en qué casos es más recomendable a la ortodoncia tradicional.
Por ello, es fundamental consultar con un ortodoncista, y preguntarle por su opinión basada en su experiencia y que determine cuál es el momento más adecuado para comenzar el tratamiento.
¿Cuándo no se puede poner una ortodoncia invisible?
La restricción para someterse a un tratamiento de ortodoncia invisible no está determinada por la edad, sino por la presencia de problemas periodontales u otras dolencias dentales.
Si el paciente tiene enfermedad periodontal, caries avanzadas o necesita tratamientos previos, como endodoncias, es necesario abordar estos problemas antes de iniciar el alineamiento de la sonrisa. Un diagnóstico completo realizado por un ortodoncista permitirá evaluar la idoneidad del paciente para la ortodoncia invisible.
Qué puedes conseguir con una ortodoncia invisible
La ortodoncia invisible ofrece beneficios significativos para los pacientes. Estos incluyen una mejora estética al ser prácticamente invisibles, mayor comodidad y menos irritación gracias a sus materiales suaves, removibilidad para facilitar la higiene oral y una menor restricción en la dieta, consultas más cortas y menos frecuentes, y un proceso personalizado y predecible que permite visualizar el resultado final.
Estos beneficios, combinados con la capacidad de corregir eficazmente los problemas de alineación dental, hacen que la ortodoncia invisible sea una opción atractiva para quienes buscan una sonrisa perfecta y saludable.
En resumen, la ortodoncia invisible no tiene una edad límite establecida y puede ser una opción para personas de diferentes grupos de edad. Sin embargo, es fundamental recibir una evaluación profesional para determinar si el paciente es candidato y cuál es el enfoque más adecuado para su situación dental.
Si estás considerando la ortodoncia invisible, no dudes en venir al la Clínica Dental Soler Gomis, donde trabajamos con cada uno de nuestros pacientes de manera personalizada y respetando al máximo su tiempo y confianza gracias a la Odontología Slow.