En ortodoncia infantil aplica muy bien el refrán de que es mejor prevenir que curar.
Aunque hay problemas dentales que tienen origen genético y es más difícil evitarlos, también hay algunos hábitos que pueden afectar directamente en el desarrollo y crecimiento oral de los niños.
Aquí tienes una serie de consejos para prevenir el uso de ortodoncia en niños.
1. La primera visita al dentista
El mejor momento para llevar a tu bebé al dentista es con la erupción de los primeros dientes de leche. Busca un especialista en niños, un odontopediatra.
En esa primera visita se comprueba cómo están creciendo los dientes y se examina el crecimiento del paladar. A menudo no es necesario ningún tratamiento correctivo, pero de cara a la prevención puede dar mucha información de cómo evolucionará con los meses.
Vuelve a revisiones con tanta regularidad como el odontopediatra te indique para que pueda hacer un seguimiento adecuado. Esto, además, ayudará al pequeño paciente a familiarizarse con el dentista y evitarás que en el futuro (o incluso de adulto) tenga miedos infundados.
2. La mejor edad para la primera revisión de ortodoncia
Cuando los niños empiezan a sustituir los dientes de leche por los definitivos es el momento de hacer esa primera revisión de ortodoncia. Entre los 5 y 6 años y hasta los 12 o 13 es cuando más pendiente hay que estar de si hay algún problema con la mordida, maloclusiones, etc.
La verdad es que si en este momento se detecta que hay que corregir antes, el tratamiento interceptivo puede evitar que en el futuro tenga que llevar una ortodoncia.
En esta edad, de pleno crecimiento, es más sencillo y menos invasivo poner medidas de corrección.
3. No prolongar el uso del chupete
El chupete es un aliado para los más pequeños: les ayuda a calmarse, a dormir, les aporta seguridad y les proporciona consuelo. Pero es importante retirarlo a tiempo.
La SEDO (Sociedad Española de Ortodoncia) recomienda dejar de usarlo antes de los 2 años.
Si en lugar de chupete tu bebé es de los que prefieren chuparse el pulgar, vas a tener mucho más difícil quitarle esa mala costumbre. Además, a diferencia del chupete, no es ergonómico ni tiene distintos tamaños, lo que afecta al desarrollo del paladar.
Pero como cada niño tiene un ritmo desigual de crecimiento y hay otros factores a tener en cuenta, lo mejor es que preguntes al odontopediatra en las visitas de revisión y prevención.
4. Favorece la masticación cuanto antes
A partir de que el pediatra te indique que ha llegado el momento de empezar a introducir alimentos sólidos, es muy bueno que los bebés aprendan y practiquen la masticación.
Ejercitar los músculos de la mandíbula es imprescindible para un correcto desarrollo de la capacidad bucal. Al ejercitar los maxilares se previene la falta de espacio para albergar todas las piezas dentales y que crezcan apiñados.
5. Evita que se muerda las uñas (y otros objetos)
Morderse las uñas (a cualquier edad) está totalmente desaconsejado. Puede desgastar el esmalte o provocar infecciones en la boca. Pero además también puede generar alteraciones en la mandíbula que son causa de dolor y problemas de masticación.
Hay quienes adquieren el mal hábito de morder objetos, como lápices, bolígrafos, tapones de botellas, etc., que además de poder partir un diente, a la larga puede llegar a mover las piezas.
En general, los malos hábitos provocan maloclusiones esqueléticas que comportan tener que corregirlas con aparatos.
Te hemos dado unos consejos muy sencillos de llevar a cabo para prevenir el uso de ortodoncia en niños. Aunque si finalmente necesita el tratamiento, este será más liviano y de menor duración.
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